Primeramente, esta novela tiene una mezcla de géneros entre romántico y fantasía juvenil, sí, es un amor entre adolescentes pero en el que uno de estos dos, es un viajero en el tiempo.

Anna Greene y Bennett Cooper ambos de 16 años, pero de épocas completamente distintas, ella, vive en Evanston Illinois en 1995, él, en San Francisco en 2012, no solo los separan miles de kilómetros, sino casi dos décadas. Ellos se conocen (en 1995 aunque no tendrían por qué) una mañana de invierno, mientras Anna está corriendo, en las gradas del estadio de la universidad ve a un chico que la observa y le sonríe como si se conocieran, pero cuando ella está a punto de hablarle, él se esfuma sin dejar rastro. Ella cree que está alucinando pero horas después lo encuentra en su escuela y es demasiado real, pero aunque él parece ni siquiera reconocerla ella siente que lo conoce de toda una vida.

Los viajes en el tiempo siempre me han llamado la atención, pero hasta este libro no me había animado a leer nada de este tipo, no sé, sentía que podría ser complicado, ya saben, “saltar” de una época a otra y todo eso, pero bueno, decidí darme una oportunidad con “El tiempo entre nosotros” y sí, fue un poco difícil al principio entender, desde la sinopsis ya estaba toda echa un lío, la leí sin mentirles como 10 veces y no me quedaba muy clara, pero decidí empezar a leerlo y esperar que la misma historia fuera llenando esos huecos que me quedaron; pero qué sucede, llegamos a las primeras páginas y nos presenta una escena actual y me quedé más confundida, pero seguí leyendo y el siguiente capítulo nos arroja a la vida de Anna, nuestra protagonista, casi 20 años atrás del primer capítulo y desde aquí se va desarrollando toda esta novela.

Anna y Bennett son unos personajes muy reales, sus personalidades están muy definidas, por un lado ella es soñadora -como cualquier adolescente- pero también es dedicada, responsable y reservada. Pero nuestro guapo y misterioso viajero es extrovertido, le gusta asistir a los mejores conciertos y viajar por todo el mundo. Y el hecho que sean tan reales le sumo puntos a esta historia.

Otra cosa que me gusto mucho es que la novela no tiene mucho relleno, o sea la autora iba al punto sin andarse por la ramas y por ende las páginas se pasan volando, a demás que la forma de escribir de la autora es así, fluida y directa.

Solo destacaría algo que en un momento me desesperó, y fue precisamente Anna, aunque como lo dije en párrafos anteriores es una de mis protagonista favoritas pero aún así no se salvo de en algún punto ser insoportable, pero solo fueron en un par de ocasiones, o sea, la forma en como se comportó con Bennett no venía al caso, la situación no fue para tanto y ella le exageró un poco.

En resumen: es una linda historia romántica y sí está muy recomendada. Además que hay una segunda parte, aunque no estoy segura de si era necesaria, hasta donde yo leí, este primer libro termina de buena forma, pero no niego que sí me gustaría leer un poco más de estos dos personajes.