Mi opinión   

Hace tiempo que tenía ganas de leer a esta autora, pero fue precisamente en este mes, que se presentó la oportunidad de por fin, poder hacerme con uno de sus libros más recientes. Este librito lo elegí para leerlo en este maratón de lectura feminista (que todavía está corriendo, hasta el 06 de enero 2018) dentro de la consigna de una autora galardonada. 

Tengo que iniciar por decirles que la manera de escribir de Mónica B. Brozon me parece muy fluida, directa, sencilla, y es comprensible ya que sus historias van dirigidas a un público infantil.

Y partiendo de esto último, me parece una genialidad, que en algo orientado a los más peques, toquen temas como la diversidad, la aceptación y el hecho de que, decidas a quien querer no tiene porque hacer diferencia entre nosotros. Sobre todo porque, por un lado tenemos una familia de pensamiento más libre, pero también tenemos la contraparte, otra familia rigida, con pensamientos cerrados, y no solo se ve en los adultos. Vemos también como esta satanización y que te digan que porque sentir lo que sientes te vas a ir al infierno y que por eso el mundo está como está, vienen en envases más chiquitos. Los compañeros de Constanza comienzan a molestarla en la escuela, al enterarse que su hermano es gay, y a qué viene todo esto, pues que todo inicia en casa, los más pequeños repiten tal vez los pensamientos de sus padres, y muchas veces ni siquiera saben que significado tiene eso que están externado. Y así, es como inicia el bullying, por situaciones que se pueden prevenir desde su origen. 

Y no digo que esté mal tener una opinión, todos somos libres de tenerla, pero no podemos andar por ahí diciendo que lo que nosotros creemos es lo correcto. Y tal vez no hay lados correctos en cuanto a una opinión o forma de vivir la vida, pero sí hay un camino adecuado, el del respeto. 

          

Me gustó mucho como a lo largo del pequeño libro, nos representa Mónica B. Brozon las dos caras de la moneda, por un lado y en la familia de Constanza y Jero todo es amor y felicidad, aceptación, cariño, un arcoiris en toda la extensión de la palabra, y por otro lado, en la familia de Oscar, novio de Jero, la dura realidad para muchos, el temor, incertidumbre, violencia, golpes, ahora sí que las sombras. Porque si bien, quisieramos que todo fuera bonito y tolerante, la verdad es que no en todas las familias es así.